LA NECESIDAD DEL DULCE: ¿POR QUÉ TU CUERPO PIDE AZÚCAR?

Aunque hay muchas personas que piensan que consumir dulces engorda, su sabor está relacionado con sensaciones agradables que generan bienestar emocional.

Lo importante es saber qué tipo de dulces comer, así como la cantidad adecuada. Recordemos que la ingesta en exceso nunca es recomendable. De modo que apostar por la repostería artesanal, siempre será una opinión dulce y saludable de lo más acertada, ya que todos sus ingredientes son 100% naturales.

A continuación, conozcamos los motivos que nos llevan a sentir esa necesidad de comer dulces y el por qué es importante añadirlos a nuestra dieta siempre y cuando sean artesanos y saludables.

Por Placer

Los alimentos dulces y grasos crean placer al activar el sistema de recompensa del cerebro. Hay 2 neurotransmisores involucrados en este placer: la dopamina, que se asocia con sensaciones placenteras, y la serotonina, que modula tanto nuestro estado de ánimo como nuestra sensación de bienestar.

Situaciones de Estrés y Ansiedad

Las situaciones de estrés y/o ansiedad, nos llevan a comer más y almacenar energía. Cuando estamos bajo estrés, se libera cortisol (una hormona que actúa como neurotransmisor en nuestro cerebro), lo que provoca aumentos en la presión arterial, la glucosa y la frecuencia cardíaca.

Es decir, una de sus funciones es aumentar los niveles de azúcar en sangre, por lo que origina que consumamos alimentos con un alto contenido de azúcar y grasas.

Dietas muy Exigentes

Aquellas personas que siguen dietas muy exigentes o estrictas suelen evitar los hidratos de carbono. No obstante, esto puede producir una mayor necesidad de tomar carbohidratos de la que pudiéramos tener antes de comenzar la dieta, ya que los alimentos normalmente elegidos por su agradable sabor son los carbohidratos simples como el azúcar o harinas refinadas.

Déficit Nutricional

Nuestro cuerpo es muy inteligente por naturaleza, y sabe qué tipo de nutrientes necesita a cada momento. Si nos pide dulces, lo más probable es que le falten minerales como el magnesio, el cual se extrae del chocolate y nos ayuda a mantener el equilibrio de nuestro sistema inmunológico, controlar la ansiedad, relajar los músculos, prevenir o evitar la inflamación y fortalecer los huesos.

Falta de Sueño

El simple hecho de dormir poco y mal nos produce una sensación constante de hambre. El motivo se debe al aumento de los niveles de cortisol (hormona que se libera cuando hay estrés) y a la disminución de la leptina (hormona que nos da la señal de saciedad). Cuando esto sucede, se genera una sensación semejante al hambre en la que nuestro cuerpo solicita alimentos y energía.

Bajo Estado de Ánimo

La serotonina es un neurotransmisor que se encuentra en los alimentos, se produce en nuestro cuerpo y es uno de los compuestos químicos que transmite información entre las neuronas. Cuando los niveles de serotonina son bajos, el estado de ánimo disminuye y aumenta la necesidad de ingerir alimentos con alto contenido de glucosa, como es el caso de los dulces.

Aburrimiento en Exceso

En cierto modo, un poco ligado con lo anterior, existen diferentes estudios que indican que la tristeza o el aburrimiento son factores influyentes que también tienen que ver en la manera en que nos relacionamos con la comida.

Es decir, hay casos en los que el hecho de comer “sin necesidad”, puede ser utilizado como “método de cura” en respuesta a trastornos emocionales como la depresión, la ansiedad, la soledad, el aburrimiento, etc. Para ello, solemos llenar esos eventuales vacíos emocionales con algún alimento que nos genere placer al tomarlo, como por ejemplo, los dulces o el azúcar.

Altas Temperaturas

Las altas temperaturas están estrechamente relacionadas con nuestra salud. En función de la persona, hay quien lo lleve mejor o peor. No obstante, cuando el calor es demasiado elevado, nuestros niveles de serotonina tienden a bajar, por lo que automáticamente el cuerpo nos pedirá alimentos que contengan glucosa (azúcar).

*Recuerda que…

Como sabemos, el consumo en exceso de dulces está más que desaconsejado por los profesionales de la salud. Sin embargo, tomarlo de un modo equilibrado es incluso necesario para nuestro cerebro, ya que la glucosa es un alimento esencial que contribuye al bienestar emocional de las personas.