NOTICIA: Zanahoria, la hortaliza revitalizante de la cocina del mundo.

La zanahoria es la protagonista de múltiples platos, tanto salados como dulces, de la gastronomía europea. Sus grandes beneficios para la salud la convierten en uno de los alimentos más energéticos de la cocina.

Es una de los alimentos más habituales en la cocina, parte fundamental de numerosas preparaciones. ¿Lo sabes todo la zanahoria? Abordamos la historia, propiedades y usos de este popular vegetal.

Qué es la zanahoria

La zanahoria es una de las hortalizas más populares de la cocina de todo el mundo, especialmente de la europea, tanto por su rico sabor como por su color naranja que permite lograr las mejores creaciones saladas o dulces. De hecho, contiene más azúcar que cualquier otra verdura a excepción de la remolacha azucarera. Es la gran protagonista de múltiples guisos españoles y hasta de la receta tradicional de lentejas; así como el ingrediente principal del hutspot, un plato tradicional de la cocina holandesa; y de la inglesa tarta de zanahoria.

Cuando hablamos de la zanahoria que todos consumimos, nos referimos a la subespecie sativus, la forma domesticada de la zanahoria silvestre (daucus carota). Es originaria de Europa y Asia sudoccidental, por ser las zonas donde ha sido domesticada, aunque algunos textos subrayan que puede ser oriunda de Irán. En España, la variedad cultivada más común es la semilarga de Nantes, según la Federación Española de la Nutrición.

La zanahoria se encuentra dentro del grupo de las hortalizas, siendo un tubérculo de color usualmente naranja, aunque también podemos encontrar otras variedades en colores blancos, amarillos y morados. Todas ellas destacan por tener grandes y alargadas hojas verdes que salen del tubérculo, que es menos fibroso que el de la especie silvestre. El tallo lleva una umbela de flores blancas o rosadas parecida a un nido.
 
Historia de la zanahoria

La zanahoria no siempre fue de color naranja, como la conocemos hoy en día. Aunque ya hemos dicho que existen en diferentes colores. Su origen doméstico y alimentario data del año 3.000 a.C, cuándo en Afganistán se cultivaba una variedad de color púrpura por fuera y anaranjada por dentro. En ese entonces, se cultivaba por sus hojas y semillas aromáticas, y no por su raíz, tal y como se hace en la actualidad.

Tiempo después, entre los siglos VIII y X, el agrónomo andalusí Ibn al-Awwam, documentó por primera vez el uso medicinal y alimentario de las zanahorias y en su texto describió tanto las variedades rojas como las amarillas; mientras que Simeon Seth, médico y erudito judeo-bizantino del siglo XI, también mencionó la existencia de esta especie en ambos colores. Es entonces cuando se empieza a conocer esta hortaliza en Europa, donde se consideraba un potente afrodisiaco. 

Se dice que las zanahorias naranjas, en cambio, son un producto nacido en los Países Bajos durante el siglo XVI cuando los agricultores holandeses hicieron un cruce entre variedades rojas y amarillas para generar zanahorias naranjas y dar un banquete en homenaje a la real casa de Orange-Nassau. De este experimento en el cultivo nacieron especies consumidas en la actualidad: la Early Half Long, la Late Half Long, la Scarlet y la Long Orange. Hoy en día, podemos encontrar este alimento en el mercado durante todo el año, es un producto no estacionario, dado su gran consumo y su elevada producción, pero hay quienes dicen que las más sabrosas y de mayor calidad se pueden encontrar entre los meses de mayo a enero.
 
Propiedades y beneficios

Este alimento forma parte importante en la alimentación actual, por su contenido vitamínico, en vitaminas A, B y C, siendo muy apreciada principalmente por su contenido en caroteno, precursor de la vitamina A. También contiene vitamina B3 (niacina), vitaminas E y K y folatos; y son una fuente de minerales como el potasio, el fósforo, el magnesio, el yodo y el calcio. Su valor nutricional lo podemos resumir en:

  • Calorías: 39
  • Proteína: 1,25 g
  • Hidratos de carbono: 6,9 g
  • Fibra: 2,6
  • Grasa total: 0,20 g
  • Calcio 27: 24 mg
  • Hierro: 0,47 mg
  • Yodo: 6,53 mg
  • Magnesio: 11,24 mg
  • Sodio: 61 mg
  • Potasio: 321 mg
  • Fósforo: 19 mg
  • Vitamina C: 6, 48 mg

En este sentido, gracias a su alto contenido en fibra, la zanahoria ayuda a combatir el estreñimiento y el dolor de estómago, así como las molestias gástricas y el exceso de acidez. Por su elevado contenido en agua es diurética y ayuda a la desintegración de los cálculos renales; pero también, por su alto contenido en potasio y fósforo, ayuda a calmar los nervios y estimula la activación energética en el cuerpo cuando se está muy cansado.

Asimismo, es buena para la vista, pues protege la retina y evita la aparición de cataratas. La ingesta diaria de zanahoria está especialmente recomendada en casos de pérdida de la agudeza visual. Igualmente, los betacarotenos que contiene este alimento son unos poderosos protectores que evitan el envejecimiento prematuro. Entre otras cosas, se dice que comer zanahorias crudas fortalece los dientes y las encías.

Usos en la cocina

La zanahoria es uno de los ingredientes más versátiles y más populares de la cocina, especialmente la europea, donde se puede conseguir en numerosos platos tradicionales. Es un ingrediente ideal en guisos y cocidos, que queda muy bien combinado con otros tubérculos, como la patata, o con proteínas y legumbres, por eso se ha convertido en protagonista de numerosos platos de cuchara españoles y de la receta original de las lentejas.

En esta línea, es el ingrediente principal del hutspot, un plato tradicional de la cocina holandesa que se sirve acompañado de puré de patatas y sofrito de cebollas; y de la inglesa tarta de zanahoria, que al principio de los tiempos era cocinada como un pastel salado con carne. En Marruecos, es común comerlas como un sano aperitivo, aliñadas con ajo, perejil, comino y aceite de oliva, entre otras especias.

Cocinada, se puede preparar en purés, como ingrediente para caldos o asopados, o cremas. En su versión cruda, puede consumirse en ensaladas, de forma troceada o rallada, combinada con otras verduras frescas; o bien en forma de crudités, en bastones de zanahoria para mojar en salsas como el hummus de garbanzo o el guacamole. También se puede licuar y preparar en zumos procesados en frío y combinarla con frutas, como es el caso del zumo tres en uno que se prepara en América Latina con zanahoria, naranjas y remolacha, para revitalizar el cuerpo y la mente. 

Tano cocida como en crudo, la zanahoria ha acompañado la dieta del ser humano durante siglos y siglos, convirtiéndose en la protagonista discreta de platos de cuchara, postres y hasta meriendas. Es un alimento saciante repleto de propiedades beneficiosas, especialmente vigorizantes, para el cuerpo y la mente cansada.

 

FUENTE:https://www.bonviveur.es/gastroteca/zanahoria-la-hortaliza-revitalizante-de-la-cocina-del-mundo